Si antes me caía bien Oscar Pujol, ahora además, le he agarrado cariño, a el y a su compi inseparable Rober que hace un equipazo en trabajo y talento pero sobre todo, en calidad humana. Estoy seguro que les va a ir muy bien porque por encima de todo son buena gente, y en los tiempos en que nos venden ambición y objetivos, es refrescante encontrar profesionales que traen humanidad, generosidad y cariño…
Se han juntado un par de tipazos, trabajando pasito a pasito. Presentes en lo importante y valorando mucho cada oportunidad.
Son un ejemplo y son un bonito espejo al que mirar.
Aquí tenéis una charla con Oscar Pujol, que si aún no lo sabíais, es único en su especie.
Apoya nuestro podcast aquí: